sábado, 2 de mayo de 2020

Los convertiplanos

¡Buenos días amigos! Y que hemos hablado ya extensamente de los aviones y de los helicópteros, es hora de hablar del híbrido de ambos que está en pleno auge, el convertiplano.

El convertiplano pues es eso, un híbrido entre avión y helicóptero, básicamente es una aeronave con fuselaje de avión cuyos motores que poseen unas hélices mucho más grandes que las de un avión pero más pequeñas que las de un helicóptero basculan, permitiendo a la aeronave comportarse como un helicóptero cuando las hélices están en posición horizontal y como una avión cuando están en posición vertical.


 Osprey en modo crucero con las hélices en posición vertical

Osprey en modo estacionario con las hélices en posición horizontal

Este tipo de aeronave por increíble que parezca data ya como concepto de la Segunda Guerra Mundial y en concreto fue ideado por los geniales ingenieros alemanes siempre ávidos de buscar nuevos diseños que revolucionasen la guerra para darles la ventaja para ganarla. De esta forma en el año 1938 la empresa Weserflug dio a luz el diseño WP 1003, que era eso, un avión con un motor instalado en el centro del fuselaje, desde el cual se extendían sendos ejes de transmisión hacia las alas, las cuales llevaban instaladas en cada punta un eje de hélices de gran tamaño, las cuales podían cambiar su ángulo a través de un eje avisagrado en el centro de cada ala, de tal manera que cuando el avión fuese a despegar las hélices se encontrarían en posición horizontal comportándose la aeronave como un helicóptero y una vez en el aire y con suficiente velocidad para que las alas generasen sustentación, cambiaría el ángulo a uno vertical, comportándose la aeronave entonces como un avión pudiendo ganar velocidad por encima de la de cualquier helicóptero. El diseño innovador y práctico en la guerra, aunque obtuvo la aprobación del Ministerio del Aire alemán, nunca sobrepasó la fase de diseño, pues el desarrollo de su mecánica y su construcción eran muy complejas para la época y sobre todo no pudieron salvar el problema de la transmisión de la potencia del motor a las hélices, transmisión que era demasiado compleja y pesada. Tras este diseño inacabado, se siguió experimentando con el mismo concepto, hasta que en año 1971 se pensó que en vez de poner un motor en el fuselaje y pesados ejes de transmisión hasta las hélices de cada punta alar, se podría colocar directamente un motor para cada eje de hélice y sólo un pequeño eje de transmisión auxiliar de uno a otro motor por si alguno de ellos fallaba, que el otro pudiese dar potencia a ambas hélices para poder aterrizar. Y el caso fue que este concepto dio a luz a dos aeronaves, una de Boeing y otra de Bell y esta última fue elegida para convertirse en el prototipo XV-15, el cual realizó pruebas ¡Hasta 2003! Año en el cual toda la experiencia adquirida se usaría para dar a luz el hoy famosísimo V-22 Osprey, aeronave que efectivamente posee dos motores turbohélices de hélices enormes que basculan desde una posición totalmente horizontal para el despegue vertical hasta una posición vertical para el vuelo de crucero en modo avión. Esta aeronave que hoy día sólo está operativa en Estados Unidos, tiene numerosos ejércitos interesados en ella, pues es una aeronave ideal tanto para el transporte de tropas y mercancía como para el asalto, permitiendo una carga de pago de hasta casi 6 toneladas, o el transporte de hasta 32 soldados a una velocidad a nivel de mar de ¡250 kts!, Y es la primera aeronave operativa de este tipo aunque hay otros países involucrados en desarrollos parecidos.


 WP 1003 en estacionario

 XV-15 en vuelo estacionario

V-22 Osprey con las hélices plegadas

Pero os preguntaréis que si esta maravillosa aeronave tiene las ventajas de un helicóptero combinadas con las velocidades de un avión, por qué se siguen fabricando helicópteros y la respuesta es muy sencilla, y es que aunque sus características VTOL (Vertical Take off and Landing) le permiten aterrizar en cualquier parte y realizar cualquier tarea al tiempo que es mucho más rápido, tiene más autonomía y vuela mucho más alto que un helicóptero lo cual le hace mucho menos vulnerable que éste, también padece de unas cuantas desventajas, la primera es que un Osprey cuesta 115 millones de dólares, mientras que un Huey cuesta un poco menos de 5, la segunda es que su construcción es muchísmo más compleja y lenta que la de un helicóptero y la tercera es que requiere de 16 horas de mantenimiento por cada hora de vuelo, lo cual es una barbaridad.


 Marines realizando una "Fast Rope" (Cuerda rápida)desde un Osprey

Osprey haciendo de avión cisterna para un F-18


Motor del Osprey en mantenimiento

Bueno, pues como habréis podido comprobar, los convertiplanos, si bien son aeronaves muy versátiles, como muchísimas aplicaciones y desarrollos aunando las ventajas de una avión con las de un helicóptero, también su precio de adquisición y mantenimiento puede disuadir a futuros compradores, sobre todo teniendo en cuanta que los últimos desarrollos en autogiros puede que lleguen a igualar hasta cierto punto las ventajas de los convertiplanos a un precio asequible, pero ya hablaremos de esta antigua y españolísima aeronave en un futuro artículo. ¡Buenos vuelos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario