¡Hola lectores! ¿Cómo os está yendo el fin de semana? Pues para ir aterrizando en él, nada mejor que hablar sobre el TREN DE ATERRIZAJE.
El tren de aterrizaje, me imagino que todos sabéis lo que es, es donde se apoya la aeronave en tierra, ya esté parado o en movimiento, no tiene más ciencia que esto, por lo que lo realmente interesante, y de lo que hablaremos principalmente hoy es de sus distintas formas y disposiciones.
Comencemos hablando por las formas en las que se presenta el tren de aterrizaje, puede ser por esquíes cuando el avión va a operar en la nieve y normalmente se hace adaptando un tren de ruedas normales, para en el caso de que tenga que operar sobre una pista normal en algún momento. También puede estar formado por flotadores y aquí existen dos tipos, hidroflotador en el caso de que el avión lleve flotadores montados debajo del casco y éste no toque el agua e hidrocanoa que el propio casco flota sobre el agua y dos flotadores en las alas le dan estabilidad, y hay que comentar que de estos dos tipos hay dos subtipos que son los anfibios y no anfibios, los segundo únicamente pueden aterrizar y despegar desde el agua y los primeros a parte de los flotadores llevan tren de aterrizaje de ruegas para operar también en tierra, éstos en la actualidad son los más comunes.
Tren de aterrizaje para nieve y como veis es un tren de ruedas normal adaptado
Cessna con hidroflotadores
Hidrocanoa anfibia con el tren de ruedas desplegado
Hidrocanoa en el agua, se aprecia el tren de ruedas replegado
Pero vamos a lo más interesante y a la forma más habitual en los trenes de aterrizaje, que es la con ruedas. Pues eso, que al contrario que el resto tiene ruedas, pero dentro de esta categoría hay dos tipos, de triciclo que actualmente es el más extensamente usado, que es el que veréis en casi todos los aviones, desde la Cessna 172 hasta el Airbus A320, que se compone de dos estructuras con ruedas o “patas” montadas debajo de las alas detrás del centro de gravedad que se llama tren principal porque soporta la mayor parte del peso y lleva los frenos, y el secundario o de morro que se encuentra alojado en la parte frontal del aparato y le da la capacidad de dirigir el avión en tierra. Ésta es la configuración más popular hoy día y desde la Segunda Guerra Mundial, porque permite una muy buena visibilidad al piloto en tierra y en los despegues, tiene una tolerancia excelente al viento cruzado y permite el frenado brusco, siendo su único defecto el que si la aeronave es de hélice y opera sobre pistas no preparadas, levantará gravilla que podría dañar levemente la aeronave.
Tren de aterrizaje tipo triciclo
La segunda configuración posible se conoce como convencional, y salvo en aviones de pequeño tamaño, hoy día ha caído completamente en desuso. Ésta configuración fue ampliamente empleada desde los inicios de la aviación hasta la Segunda Guerra Mundial y desde entonces se ha ido abandonando paulatinamente. Se compone de un tren principal que en este caso se encuentra por delante del centro de gravedad y una tercera rueda o patín de apoyo que se encuentra alojado detrás, en la cola y puede ser dirigible o fijo, ¿Y si es fijo como se gira la aeronave en tierra? Pues mediante frenos diferenciales en el tren principal, pero ¡Ojo! En tierra un tren convencional es sumamente delicado en los giros y se atraviesa muy fácilmente. Y os preguntaréis seguro por qué se dejó de utilizar, pues porque esta disposición presenta muchas desventajas, la primera es que al rodar el avión con el morro en alto permite muy poca visibilidad hacia delante por lo que el piloto tiene que guiarse por lo que vea a los laterales de la cabina y esto es extensible a la fase del despegue donde el avión hasta coger cierta velocidad y empezar a generar sustentación y ponerse horizontal, no permite ninguna visibilidad al piloto, además los frenazos bruscos son peligrosísimos sobretodo al aterrizar, dado que al llevar tanta velocidad y no tener un punto de apoyo delante el avión podría capotar y darse de bruces contra la pista por lo que requiere un frenado muy suave y por último con viento cruzado es muy fácil no controlarlo bien y que el avión se cruce durante la rodadura.
Tren de aterrizaje de rueda de cola
A parte de lo visto en cuando a disposiciones de trenes con ruedas, hay dos subtipos, que son tren retráctil, que se guarda una vez el avión está en el aire lo cual elimina la gran resistencia parásita del tren de aterrizaje lo cual a parte de un ahorro importante de combustible permite a la aeronave alcanzar mayores velocidades y luego está el fijo, que no se retrae.
A320 aterrizando por supuesto con el tren desplegado, que a parte de ser el apoyo del avión en tierra, amortigua el golpe del aterrizaje
Tren replegándose
Y esto es todo por hoy, espero que lo hayáis disfrutado. ¿Buenos vuelos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario