¡Hola amigos! ¿Qué tal os va este
maravilloso sábado? Hoy vamos a hablar de algo fundamental en la
aviación: LAS SITUACIONES DE EMERGENCIA.
Primero hay que hablar de que en
aviación distinguimos entre dos clases de estados de emergencia:
Urgencia y Peligro, y ambas se distinguen por ser situaciones
excepcionales que entrañan riesgo para los ocupantes de la aeronave
y se diferencian en que mientras en el primer tipo no se requiere de
asistencia inmediata en el segundo si. Y sabiendo esto que es
fundamental, hay que explicar que las emergencias en la aviación son
tan antiguas como lo es ésta y se dan por múltiples circunstancia y
la mayoría de las veces por un combinación de factores y por causas
que en muchas ocasiones se desconocía que pudiesen causar una
emergencia. Hay que comprender que la aviación en comparación con
el transporte marítimo y terrestre es muy joven y que además
evoluciona muchísimo más rápido a nivel técnico, por lo que es
muy frecuente que cuando se aplica una nueva tecnología a la
aviación no se puedan llegar a predecir todos los posibles fallos o
incidencias que pueda causar su uso, y ya no solo eso, a veces se
juntan una cantidad de incidentes abrumadores que acaban
inevitablemente en un accidente (Es lo que se llama una cadena de
errores), es por eso que algo que se ha convertido en fundamental y
clave en la aviación es la investigación de los accidentes que en
ella ocurren, teniendo la inmensa mayoría de los países agencias
independientes de investigación con gente especializada, porque en
la aviación lo importante no es encontrar a los culpables y
castigarles, al contrario que por ejemplo en los accidentes de coche, si no averiguar las
verdaderas causas del accidente y elaborar o cambiar los
procedimientos existentes a fin de evitar que pueda volver a pasar.
Por ejemplo algo que es básico en la aviación son las listas de
comprobación o checklist, cuyo fin es impedir que el piloto se
olvide de algo a la hora de activar y comprobar todos los
dispositivos necesarios en la aeronave en cada fase del vuelo, de tal
manera que se evite un accidente por, por poner un ejemplo, no
activar los flaps a la hora del despegue como le pasó al Spanair,
aunque la verdad no es lo único que causó el accidente.
Es por ello que todo piloto debe de
seguir SIEMPRE las normas por muy cansado que esté de cumplirlas y
crea que son estúpidas, porque las mismas se han escrito con la
sangre de sus compañeros pilotos y resultaría a parte de un
suicidio, una falta de respeto no honrar su memoria siguiendo a
rajatabla las lecciones que pudimos extraer de sus accidentes, puesto
que siguiendo todas y cada una de las normas que se aprenden en la
fase de alumno piloto es casi imposible sufrir ningún tipo de
accidente ni incidente. Por ejemplo, si planeamos bien un vuelo, esto
es la ruta, los aeropuertos alternativos, estudiamos al detalle la
meteorología, los factores que nos encontraremos durante el camino y
en los aeropuertos de salida y de llegada, evitaremos que nos
sorprenda una tormenta por el camino, que la pista sea demasiado
corta para operar, que no podamos repostar combustible en un
aeropuerto durante una escala porque no tengan ese servicio y no podamos
continuar, etc…También por ejemplo si estudiamos el POH (Pilot´s
Operating Handbook) del avión antes de volarlo y conocemos sus
límites, evitaremos sobrepasarlos y con ello causar un fallo
estructural y matarnos, y si hacemos una buena inspección prevuelo y
pruebas de motores e instrumentos también podremos reducir la
probabilidad de un fallo en el avión durante el vuelo.
Checklist de una Cessna
Portada de un POH de Piper
Pero seguro que os preguntaréis que se
hace cuando todas las normas fallan y no queda otra solución que
hacerse cargo de la emergencia, Pues cada avión tiene su
procedimiento establecido para cada emergencia que pueda sufrir, con
una lista de comprobación que nos guiará hasta la solución del
problema, y para cuando no haya lista como en el caso de una tormenta
pues hay que emplear lo aprendido y la lógica, que es bien
sobrevolar la tormenta (1000 pies creo por cada 10 nudos de viento
esperados en la cumbre de la nube tormentosa), bien evitarla pero no
se recomienda porque bordear un frente puede ser imposible y
llevarnos mucho más combustible del que tenemos o huir de ella si
somos más rápidos, pero si no quedan más narices que pasar por
debajo, mucho cuidado, velocidad adecuada a viento turbulento y
atentos a posible cizalladura (Cambios de dirección y
sentido del viento en las distintas alturas), a parte de que la
visibilidad se puede ver rápidamente empeorada con el peligro que
conlleva no tener medios ni conocimientos para volar en instrumental. Pero por muchos tipos de
emergencias que pueda haber con sus procedimientos, en todas hay un
denominador común: VOLAR EL AVIÓN, ¿Parece obvio verdad? Pues no
lo es tanto, sobretodo cuando surge una emergencia y te ves
sobrecargado por la situación. Es muy frecuente que el piloto se
centre en solucionar el problema y olvide volar el avión
desembocando la situación en una actitud o situación de vuelo
irrecuperable. Por eso siempre es prioritario recordar que el avión
donde mejor está es en el aire, jamás nadie (Todavía) se ha
estrellado contra el cielo, por ello mientras se pueda mantener el
control de la aeronave, se tenga propulsión y combustible lo mejor
es volar hasta que el momento de volver a tierra sea el ideal, por
ejemplo, hubo un accidente con un avión de Aeroperú que por
un error despegó después de que lo pintasen con las tomas de
presión estática tapadas, por lo que según despegó le saltaron
todas las alarmas y se quedó ciego en cuanto a instrumentación se
refiere, y en cuanto a meteorología también por la poca la
visibilidad. Pues el caso es que el piloto que era guiado a la
desesperada por el controlador para volver sin ver nada, tuvo una
idea magnífica, que un DC-8 de otra compañía lo fuese a buscar y
volando en formación lo guiase hasta la pista manteniendo así
altura y velocidad, pero su error fue no esperar a que llegase, si
no, querer volver a tierra cuando las condiciones no eran buenas y se
estrelló.
Y una vez el piloto sigue volando el
avión deberá intentar solucionar el problema si es posible, por
ejemplo un incendio eléctrico se resuelve anulando el fusible o
breaker del circuito impidiendo que pase electricidad.
Y bueno, lo más lógico es tras ello
buscar el aeropuerto más cercano para aterrizar.
Yo por suerte nunca me he visto en una
emergencia pero mi instructor si, y mirad por donde os voy a contar
la historia: Pues mi instructor despegó en una Cirrus SR22 en el
aeropuerto de Cuatro Vientos, tras lo cual le empezó a caer la
velocidad muy rápidamente (La indicada) por lo que lanzó un mensaje de Mayday
diciendo que volvía a pista, pero él al ver que los parámetros del
motor eran totalmente normales y que los edificios pasaban muy
rápido, llegó a la conclusión de que no era un problema en la
velocidad si no en la indicación de ésta, por lo que canceló el
Mayday, y volando a una actitud estable y utilizando las revoluciones
adecuadas, volvió a pista y aterrizó siguiendo el circuito de
tráfico.
Esto es un final feliz, pero por
desgracia también hay muchos finales horribles, es por eso que es tu
responsabilidad como piloto primero intentar evitar las emergencias
siguiendo las normas y en el caso de tener la mala suerte de que te
toque una, pues seguir los procedimientos y volver a tierra. Y sin
más, os dejo en paz y os deseo ¡Muy buenos vuelos!
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