domingo, 13 de diciembre de 2015

¡Mayday, mayday, mayday!

¡Hola amigos! ¿Qué tal os va este maravilloso sábado? Hoy vamos a hablar de algo fundamental en la aviación: LAS SITUACIONES DE EMERGENCIA.

Primero hay que hablar de que en aviación distinguimos entre dos clases de estados de emergencia: Urgencia y Peligro, y ambas se distinguen por ser situaciones excepcionales que entrañan riesgo para los ocupantes de la aeronave y se diferencian en que mientras en el primer tipo no se requiere de asistencia inmediata en el segundo si. Y sabiendo esto que es fundamental, hay que explicar que las emergencias en la aviación son tan antiguas como lo es ésta y se dan por múltiples circunstancia y la mayoría de las veces por un combinación de factores y por causas que en muchas ocasiones se desconocía que pudiesen causar una emergencia. Hay que comprender que la aviación en comparación con el transporte marítimo y terrestre es muy joven y que además evoluciona muchísimo más rápido a nivel técnico, por lo que es muy frecuente que cuando se aplica una nueva tecnología a la aviación no se puedan llegar a predecir todos los posibles fallos o incidencias que pueda causar su uso, y ya no solo eso, a veces se juntan una cantidad de incidentes abrumadores que acaban inevitablemente en un accidente (Es lo que se llama una cadena de errores), es por eso que algo que se ha convertido en fundamental y clave en la aviación es la investigación de los accidentes que en ella ocurren, teniendo la inmensa mayoría de los países agencias independientes de investigación con gente especializada, porque en la aviación lo importante no es encontrar a los culpables y castigarles, al contrario que por ejemplo en los accidentes de coche, si no averiguar las verdaderas causas del accidente y elaborar o cambiar los procedimientos existentes a fin de evitar que pueda volver a pasar. Por ejemplo algo que es básico en la aviación son las listas de comprobación o checklist, cuyo fin es impedir que el piloto se olvide de algo a la hora de activar y comprobar todos los dispositivos necesarios en la aeronave en cada fase del vuelo, de tal manera que se evite un accidente por, por poner un ejemplo, no activar los flaps a la hora del despegue como le pasó al Spanair, aunque la verdad no es lo único que causó el accidente.

Es por ello que todo piloto debe de seguir SIEMPRE las normas por muy cansado que esté de cumplirlas y crea que son estúpidas, porque las mismas se han escrito con la sangre de sus compañeros pilotos y resultaría a parte de un suicidio, una falta de respeto no honrar su memoria siguiendo a rajatabla las lecciones que pudimos extraer de sus accidentes, puesto que siguiendo todas y cada una de las normas que se aprenden en la fase de alumno piloto es casi imposible sufrir ningún tipo de accidente ni incidente. Por ejemplo, si planeamos bien un vuelo, esto es la ruta, los aeropuertos alternativos, estudiamos al detalle la meteorología, los factores que nos encontraremos durante el camino y en los aeropuertos de salida y de llegada, evitaremos que nos sorprenda una tormenta por el camino, que la pista sea demasiado corta para operar, que no podamos repostar combustible en un aeropuerto durante una escala porque no tengan ese servicio y no podamos continuar, etc…También por ejemplo si estudiamos el POH (Pilot´s Operating Handbook) del avión antes de volarlo y conocemos sus límites, evitaremos sobrepasarlos y con ello causar un fallo estructural y matarnos, y si hacemos una buena inspección prevuelo y pruebas de motores e instrumentos también podremos reducir la probabilidad de un fallo en el avión durante el vuelo.


 Checklist de una Cessna


Portada de un POH de Piper

Pero seguro que os preguntaréis que se hace cuando todas las normas fallan y no queda otra solución que hacerse cargo de la emergencia, Pues cada avión tiene su procedimiento establecido para cada emergencia que pueda sufrir, con una lista de comprobación que nos guiará hasta la solución del problema, y para cuando no haya lista como en el caso de una tormenta pues hay que emplear lo aprendido y la lógica, que es bien sobrevolar la tormenta (1000 pies creo por cada 10 nudos de viento esperados en la cumbre de la nube tormentosa), bien evitarla pero no se recomienda porque bordear un frente puede ser imposible y llevarnos mucho más combustible del que tenemos o huir de ella si somos más rápidos, pero si no quedan más narices que pasar por debajo, mucho cuidado, velocidad adecuada a viento turbulento y atentos a posible cizalladura (Cambios de dirección y sentido del viento en las distintas alturas), a parte de que la visibilidad se puede ver rápidamente empeorada con el peligro que conlleva no tener medios ni conocimientos para volar en instrumental. Pero por muchos tipos de emergencias que pueda haber con sus procedimientos, en todas hay un denominador común: VOLAR EL AVIÓN, ¿Parece obvio verdad? Pues no lo es tanto, sobretodo cuando surge una emergencia y te ves sobrecargado por la situación. Es muy frecuente que el piloto se centre en solucionar el problema y olvide volar el avión desembocando la situación en una actitud o situación de vuelo irrecuperable. Por eso siempre es prioritario recordar que el avión donde mejor está es en el aire, jamás nadie (Todavía) se ha estrellado contra el cielo, por ello mientras se pueda mantener el control de la aeronave, se tenga propulsión y combustible lo mejor es volar hasta que el momento de volver a tierra sea el ideal, por ejemplo, hubo un accidente con un avión de Aeroperú que por un error despegó después de que lo pintasen con las tomas de presión estática tapadas, por lo que según despegó le saltaron todas las alarmas y se quedó ciego en cuanto a instrumentación se refiere, y en cuanto a meteorología también por la poca la visibilidad. Pues el caso es que el piloto que era guiado a la desesperada por el controlador para volver sin ver nada, tuvo una idea magnífica, que un DC-8 de otra compañía lo fuese a buscar y volando en formación lo guiase hasta la pista manteniendo así altura y velocidad, pero su error fue no esperar a que llegase, si no, querer volver a tierra cuando las condiciones no eran buenas y se estrelló.

Y una vez el piloto sigue volando el avión deberá intentar solucionar el problema si es posible, por ejemplo un incendio eléctrico se resuelve anulando el fusible o breaker del circuito impidiendo que pase electricidad.

Y bueno, lo más lógico es tras ello buscar el aeropuerto más cercano para aterrizar.

Yo por suerte nunca me he visto en una emergencia pero mi instructor si, y mirad por donde os voy a contar la historia: Pues mi instructor despegó en una Cirrus SR22 en el aeropuerto de Cuatro Vientos, tras lo cual le empezó a caer la velocidad muy rápidamente (La indicada) por lo que lanzó un mensaje de Mayday diciendo que volvía a pista, pero él al ver que los parámetros del motor eran totalmente normales y que los edificios pasaban muy rápido, llegó a la conclusión de que no era un problema en la velocidad si no en la indicación de ésta, por lo que canceló el Mayday, y volando a una actitud estable y utilizando las revoluciones adecuadas, volvió a pista y aterrizó siguiendo el circuito de tráfico.

Esto es un final feliz, pero por desgracia también hay muchos finales horribles, es por eso que es tu responsabilidad como piloto primero intentar evitar las emergencias siguiendo las normas y en el caso de tener la mala suerte de que te toque una, pues seguir los procedimientos y volver a tierra. Y sin más, os dejo en paz y os deseo ¡Muy buenos vuelos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario